Volando a Grisén

Segunda excursión de largo recorrido. Los tres de Sariñena decidimos retar al cierzo y no se nos ocurrió mejor manera que irnos hasta Grisén, así sin más.

Bajando dirección Zaragoza, empezamos a sentir el fresquillo en el flequillo (bueno, al menos dos sí que lo sintieron..... no voy a mentir a los que no me conocen), pero como somos unos hombres de puro acero, continuamos la marcha.

Breve paseo por Zaragoza, respetando toooodos y cada uno de los semáforos en rojo que Vicente pilló hasta la entrada al canal por Gómez Laguna y to tiesos por la ruta favorita del hombre de la queja en la boca.

A partir de ahí, monfletes dirección Zaragoza y adiós a las arrugas de nuestras caritas. Lo positivo..... nada. Pedales, esfuerzo y cansancio.

Casi llegamos a parecer profesionales, dando relevos y calladicos por el esfuerzo. Así pasamos por Plaza, La base, Garrapinillos, Pinseque y al fin la muralla del canal.

Por momentos veíamos cómo se venía arriba Ibán, dando caza a todo lo que se pusiese en el horizonte con dos ruedas.

Haciéndonos sufrir, sin compasión. Y dale y venga y tira.....

Ya ha dado el primer paso hacia "el lado oscuro". Como Vicente, que ya tiene la flaca en el escaparate de la tienda......ahí está, escuchando los cantos de sirena del resto del club.... vicenteee venteeee!!!!!!

Estábamos a un paso del merecido café cuando topamos con el obstáculo. Como se han vuelto un poquito sibaritas, se les antojó que cruzar un ribazo no era lo más adecuado así que encomendamos al Apache de Benabarre encontrar una alternativa.

Tras topar de morros con las naves de la Opel, empezamos a sospechar que igual se nos había escapado de las manos lo del atajo, así que nos encomendamos a un lugareño con el pito al aire (inoportunos que fuimos, sí) y por fín encontramos la senda adecuada.

Quedaba la tarea más complicada del día, convencer a Ibán de que tras ésa puerta teníamos nuestro premio.

¿Cómo podías pensar que nosotros te íbamos a engañar? Si ya lo hicimos el día que te inscribimos para la Orbea,,,,

Merecida vuelta a casa, cómoda y a buen ritmo....hasta Zaragoza, De allí hasta Cadrete, sudores fríos y tembleques de flojera. Moraleja, un café y dos madalenas no te dejan las alforjas llenas.

Al final, casi 81km al saco y buenas sensaciones este Domingo. Hoy Lunes, son otras bien distintas. Parte médico: Uri con tendinitis, el mendas con miles de agujetas por todo el muslamen y Vicente.....desaparecido.